Lienzo que representa a los mártires mozárabes Pelagio y Flora. La obra, atribuida a los pinceles del pintor Palomino, muestra a los santos en pie, voluminosos y ricamente vestidos. El primero porta la palma del martirio, viéndose al fondo su tormento en el que le fueron amputadas varias partes del cuerpo. Flora, por su parte, sostiene un ramillete de azucenas, símbolo de su pureza y castidad, portando una casi imperceptible diadema, a modo de tocado en la cabeza.