Dentro del templo existe un rincón de verdadera devoción popular: el lienzo de San Judas Tadeo. La obra forma parte del apostolado expuesto en la iglesia y adquirido en el segundo tercio del siglo XIX. San Judas Tadeo, patrón de los imposibles, recibe la visita diaria de decenas de personas que le formulen su petición y disponen una cinta verde a sus pies. Obsérvese el elevado número de ellas, que han de retirarse periódicamente. Todos los días 28 de cada mes, La Eucaristía es ofrecida por estas peticiones.