La imagen fue realizada por el cordobés Alonso Gómez de Sandoval en 1735. Ha centrado la devoción de los cordobeses, estando presente en algunos de los momentos históricos locales más importantes de los últimos tres siglos. En 1795 se introdujo en su pecho una caja de plata con dos reliquias de las veneradas en la Basílica de San Pedro, convirtiéndose de facto, en un relicario.