En los años 60 del siglo XX se crea en el templo del Juramento una congregación denominada los Caballeros de San Rodrigo, donde se agrupaban varones llamados así, con el fin de solicitar la intercesión y protección del Santo. La obra fue realizada por el escultor Juan Martínez Cerrillo siguiendo el modelo que pintó Murillo del mártir cordobés. San Rodrigo está en pie, revestido con las ropas sacerdotales: alba, manípulo y casulla, destacando en esta última las representaciones de la Virgen, San Lucas y San Juan, todas ellas realizadas en la técnica de guadamecí.