Parte de las numerosas reliquias existentes en el templo del Juramento se ubican bajo el altar mayor, donde se celebra la Eucaristía y, por tanto, de preeminencia sagrada. Allí se encuentran las de Santa Columba, llegada desde Nájera (La Rioja) en 1737, los Santos Liberato, Magno, Teodoro y Urbano, procedentes de la Real Colegiata de San Hipólito en 1848, y San Fructuoso, donado por Mª Socorro Aguayo, marquesa viuda de Lendínez (1855).